¿Cómo usar bien un calefactor para ahorrar: el truco del “golpe de calor”?
El error más común en invierno: usar el calefactor como si fuera calefacción de casa
Los calefactores eléctricos se han convertido en uno de los aparatos más usados durante el invierno. Son pequeños, calientan rápido y parecen una solución perfecta para combatir el frío. El problema es que mucha gente los utiliza como si fueran un sistema de calefacción principal… y ahí es cuando la factura se dispara.
La realidad es simple:
El calefactor no está diseñado para calentar una estancia durante una hora o más.
Está pensado para golpes de calor puntuales.
En CreaEnergia queremos ayudarte a usarlo correctamente para que gastes menos, pero sin pasar frío. A continuación te explicamos cómo utilizarlo de manera eficiente basándonos en el guion original de nuestro vídeo .
¿Qué es un “golpe de calor” y por qué es clave para ahorrar?
Un golpe de calor es un uso corto e intensivo del calefactor para elevar la temperatura de una habitación rápidamente. Hablamos de entre 5 y 10 minutos, no más.
¿Por qué funciona?
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Los calefactores consumen entre 1.500 y 2.000W: un pico altísimo.
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Calientan muy rápido… pero también perdemos ese calor igual de rápido si la habitación no está preparada.
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Mantenerlo encendido de forma continua es lo que dispara la factura.
Por eso, el uso ideal es encenderlo solo para calentar el aire inicial de un espacio pequeño (baño, habitación o estudio), y después apagarlo.
Cómo usar el calefactor gastando lo mínimo posible
Estas son las recomendaciones extraídas del guion original y ampliadas con consejos prácticos:
1. Úsalo solo 10 minutos (máximo 15)
Piensa en el calefactor como un acelerador, no como un motor.
Su función es subir la temperatura rápidamente, no mantenerla.
2. Colócalo cerca de ti, no al otro lado de la habitación
Cuanto más cerca del cuerpo esté el flujo de aire caliente, menos tiempo necesitarás tenerlo encendido.
1 metro de distancia suele ser lo ideal.
3. Cierra bien la puerta
Esto marca una diferencia enorme.
Con la puerta abierta, el calor se escapa instantáneamente hacia el resto de la casa, y el calefactor pierde sentido.
4. Aisla al máximo durante ese “golpe de calor”
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Baja persianas o cortinas si hace mucho frío.
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Cierra ventanas mal ajustadas.
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Evita corrientes de aire.
Todo esto te permite que los 5–10 minutos de calefactor sean más efectivos.
5. Después del golpe de calor: mantén la temperatura con una bomba de calor
Si la estancia es un dormitorio o salón, la bomba de calor (aire acondicionado en modo calor) consume entre 2 y 4 veces menos que un calefactor.
El combo ideal es:
calefactor 5–10 min + bomba de calor suave = eficiencia máxima.
¿Cuánto puedes ahorrar usando el calefactor de esta manera?
Depende del uso que suelas darle, pero estos son escenarios aproximados:
Uso incorrecto habitual
30–60 minutos encendido al día → 30 a 45 € mensuales extra.
Uso correcto (golpe de calor de 10 minutos)
10 minutos al día → menos de 5 € mensuales.
El ahorro total puede rondar los 25–40 € al mes, solo cambiando un hábito.
Qué tipo de habitaciones son ideales para usar calefactor
El calefactor funciona bien en:
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Baños
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Dormitorios pequeños
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Estudios
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Habitaciones de menos de 10–12 m²
En espacios grandes (salones amplios o lofts) no es recomendable como fuente de calor principal.
Preguntas frecuentes
¿Es malo usar el calefactor todos los días?
No, siempre que lo uses en tiempos cortos. El consumo excesivo aparece cuando se convierte en la única calefacción del hogar.
¿Qué tipo de calefactor gasta menos?
Los cerámicos son más eficientes, pero todos consumen muy parecido porque la potencia ronda los 1500–2000W.
¿Puedo dejarlo encendido mientras duermo?
No es recomendable. Además de ser un riesgo, es el momento en el que más energía derrocha.
¿Sirve para calentar el baño rápido antes de ducharse?
Sí, es el uso ideal: 5 minutos antes de entrar y 5 mientras te preparas.
El calefactor es tu aliado… si lo usas bien
No se trata de eliminarlo, sino de entender cómo funciona.
Un calefactor puede ser muy útil, pero solo si lo utilizas como fue diseñado: para golpes de calor rápidos y puntuales.
Si adoptas este hábito, notarás que tu casa sigue igual de confortable, pero tu factura no sube.
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